sábado, 12 de octubre de 2013

contradicción

Pensaba en tí todo el tiempo
tu cara tu movimiento
Tu boca

Siempre eras tú
Quien aparecía cada hora, cada instante
Y deseaba que aparecieras por ahí
Al filo de una canción,
Al filo del momento.

Nunca llegaste
Y sin embargo sigo pensando
En ti y tu ser
Que quisiera compartir
Al despertar


cuándo

No recuerdo cuándo
Fue la última vez
Que me atreví a soñar. ..

cuándo dejé que la dureza
De la realidad se impusiera
A mi vida. ..

viernes, 4 de octubre de 2013

No sé

No sé que tiene tu boca,
ni tus ojos,
ni tu voz
que no puedo dejar de pensar en tí.

Esta obsesión me transtorna,
me aleja irremediablemente de tí,
porque al desearte de esta manera
mi vida se torna en desastre, en nada.

Se apaga un poco el ardor
cuando pienso que no eres para mí,
que tú no eres quien yo espero
por quien yo siempre esperé.

Y luego vuelvo a escuchar tu música,
tu forma de ser
y la nostalgia de no tenerte
vuelve a mí, vuelve con más fuerza.

No te tengo y sé que si te tuviera
sería todo complicado,
esperaría lo que no puedes darme
terminaría exigiendote

Algo que no eres y nunca serás.

Sin embargo sueño contigo,
sigo pensando que eres mi ultimo suspiro
y que quisiera, un día,
vivir en tu delirio...

Ausencia de Amor

Vidas que lloran
a lo largo de las calles del azar
deseos que se pierden
y otros que deambulan

Corremos detrás de aquello que
quedaba bajo nuestros techos
Creo que todavía hay
lugar para el amor
una y otra vez
para el amor

Si mi corazón sangra, si siente dolor,
si lloro sobre mi destino
si me quedo
y si siembro pétalos sobre tu cuerpo
si olvido de dónde soy
y quien me llevará a puerto
si voy, sin arrepentimiento
es, probablemente
por ausencia de amor,
probablemente por ausencia de amor

Los sueños que se evaden
en mares de todos los soles
pensamientos que se quedan
y otros que despiertan
corremos tras el viento
desde España a Oriente

Y todavia hay
lugar para el amor
y sin embargo, a menudo
por amor, una y otra vez
por amor...

martes, 1 de octubre de 2013

Invernal

Esperaba oculta, bajo la nieve
la melodía que un día compartiste
y me dijiste: toma,
es mi alma hecha jirones con el tiempo.

Sin quererlo se perdió en el olvido
que el frío invernal
suele dar a los pensamientos
que no tienen final.

Y sin embargo, entre el paisaje desolado,
entre los árboles sin hojas que no alcanzan
a cubrir sus cuerpos,
logré encontrarla,

entre mis pasos, entretanto.

Y pensé que al recuperarla,
podría, quizá, cantarla,
con la entonación más dulce
que pudiera devolverte la calma.

Y mi voz se hizo una con el viento,
furiosa como el mar,
suave brisa con la playa al despertar.

Los días pasaron,
siete mares recorrieron mis voces
dando forma mil y una veces
al contorno de tu cuerpo,
de tus manos.

Más un día, cuando el recuerdo tuyo
era mi única alegría
tu sonrisa, de pronto, iluminaba todo el espacio vacío
que tu ausencia se bebía.

Apareciste y mi voz, que no supo continuar
tan solo se apagó, ante tus ojos
que por fin llegaban, hechos realidad
a reencontrarse con los míos
sabiendo que nuestro encuentro era para toda la eternidad...