que me ahoga en silencio sin tí,
porque comprendo que te amé como a nadie en la vida.
Y me doy cuenta que tu no me amabas,
te lo creíste y me lo hiciste creer,
pero no me amabas.
No me preguntes cómo es que lo supe,
pero es que en tus besos y en tus caricias lo supe,
no tuviste que decir nada,
ni siquiera marcharte.
Así que he tenido que dejarte, a pesar de amarte tanto
de esperar que regresaras a mí,
porque ahora sé que no me amas más,
a pesar que juraste un día
que tu vida por mí darías...
¿Dónde se quedaron esas promesas
ahora vacías en el tiempo?
Y mi alma no sabe olvidar,
pero al menos hoy admite,
que te sigue amando,
a pesar de que tú por mí
solamente sientas simpatía.
Silvia Guadarrama