Gracias por los recuerdos
Más por los buenos, también los malos
A saber por cuántos infiernos
Tuviste que pasar,
Cuántos laberintos
Has tenido que cruzar...
Gracias por darme recuerdos
Dulces y gustosos,
Esos ricos helados
Que no se parecían a ningún otro.
Gracias por dejar en mi memoria
Tu sonrisa,
Tu caminar siempre apurado y nervioso,
La silueta tuya yendo al mercado
Con tu canasta por el mandado.
Fuimos muchas veces a misa,
Con mi tía Alicia,
Con mi tía ESTELA
Y me hacían sentir parte de ustedes,
De una familia unida.
Siempre me gustó convivir
Con ustedes, estar todos en la cocina,
Con ese olor a comida,
Pasar las horas desde el corredor
Mirando tus pajaritos,
Mirando la torre de la iglesia
Esperando que dieran las 5
Para abrir la neveria
Y esperar a la gente que viniera
A sentarse a ver la tele y pedir helados o café.
Que buenos tiempos eran
Cuando te veía por las mañanas hacer los helados y mover los botes
Con agua helada y salada.
Cuando ibas poniendo un día un letrero,
Otro día tus tazas,
Otro más tus herramientas.
Reconocí las formas y los colores
De eso que usabas todos los días
Utensilios, platos, copas.
Y me sentí despojada de ese pasado
Que fue tan feliz y que nunca más
Volverá.
Ni siquiera vivirán en otras mentes
Sino en la mía
Hasta el día en que ya no existan
Mis recuerdos como ahora.