Buscando en los huecos de mi memoria,
busco un indicio de tu cuerpo de madera
que me haga soñar en tu ausencia.
Viene a mi la imagen de tu boca entreabierta,
tu aroma varonil
que entrelaza el desvarío y lo cierto.
Tu risa que tímida se asoma,
para inundar mis sentidos
con tu vibrante juventud.
Podría amarte mil y una noches,
provocar en tu corazón el desvelo del amor,
como si nunca antes hubieramos amado.
Si en algún otro tiempo
y si tu alma libre fuera,
todo el corazón yo te ofreciera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario