jueves, 30 de julio de 2009

Reflexion

Buscando en los huecos de mi memoria,
busco un indicio de tu cuerpo de madera
que me haga soñar en tu ausencia.

Viene a mi la imagen de tu boca entreabierta,
tu aroma varonil
que entrelaza el desvarío y lo cierto.

Tu risa que tímida se asoma,
para inundar mis sentidos
con tu vibrante juventud.

Podría amarte mil y una noches,
provocar en tu corazón el desvelo del amor,
como si nunca antes hubieramos amado.

Si en algún otro tiempo
y si tu alma libre fuera,
todo el corazón yo te ofreciera...

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