El viento fresco de esta noche de verano
que se cuela por las rendijas de mi alma,
hace que la sensación de no tenerte
se acrecente con cada minuto.
En mi pensamiento están
sin darme tregua,
la furia de tus besos como el mar,
y el fuego abrasador de tus manos
Que poseen mi cuerpo
en cada respirar.
A veces quisiera fundirme por siempre
en tu regazo,
refugio tibio que cubre mis espasmos
cuando al alba yo te nombro
Y de tu boca se repiten sin cesar:
te quiero, y mi alma se estremece,
te quiero y mi cuerpo se hace infinito,
te quiero y no puedo más con tanto amor
porque las horas a tu lado se hacen tan cortas,
como el momento mismo aquél
en que el sol se pierde en el horizonte
Para dar paso a la noche que me deja sin ti,
tan lejana de tu voz y de tu sonrisa,
vulnerable ante el manto de estrellas
que te aleja de mí cada vez que te vas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario