viernes, 26 de agosto de 2016

Amanecer

Amanecía y aún los pájaros
y los tréboles dormían.
Silencio.
Sólo el frío nos acompañaba en el monte.
Aquí y ahora, me decía
disipando cada pensamiento,
cada idea que me alejaba de aquél lugar.
Aquí y ahora mientras mi respiración se hacía una
con el viento.
Recorriendo el camino a medida que pasaba el tiempo.
Nunca pensé que pudiera conectarme
con el centro mismo de la tierra.
Las hojas bendecidas a cada paso
flotaban alegres
Y por un instante, sonreían.
Entonces en una flor lila
recordé tu risa.
Y eras tu en esa pequeña flor
viviendo, bailando alegre con el viento.
Aquí y ahora,
me dije, y continué el camino
surcando algunas veredas ya conocidas,
otras nuevas.
Aquí y ahora
y no existía nada más que todo el universo
y la aurora que me saludaba.
Aquí y ahora
y el deseo se esfumó
el dolor se hizo nada,
el cansancio simplemente se esfumaba.

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