lunes, 24 de agosto de 2009

Mar

Solitario estallido de las olas,
que asemejan tus deseos
de corales que se extienden en el fondo
del azul de tu oleaje.

Como las algas, tu cabello se mece
con la corriente de la tibieza de mis manos,
que buscan más allá, la espesura de tus lirios,
que flotan en la orilla de tu boca taciturna.

Silencio... el rumor de las estrellas de mar,
que se agitan con lentitud sobre la arena blanda
en busca de mis labios, vienen sobre mi,
danzando en un vaivén marino que no cesa...

Trémulo y dubitativo,
un caballito de mar se acerca, no sabe lo que hacer,
que la corriente se torna tempestuosa,
no permite que se cubra,

Decidido, se procura el cobijo en las profundidades
de mis arrecifes que de dulces y brillantes tonos
se han tornado al verle pasar...

Alegría de tus tonos en el ancho oleaje,
que de espuma cubre en plenitud
tus cuentas de acuamarina,
con mis ostras salvajes abriendose en prontitud.



Silvia Guadarrama

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