domingo, 4 de octubre de 2009

Octubre

Dulce extravío que una noche de otoño
en la ciudad
me devuelve el silencio,
la soledad que siempre me acompaña.

No hay razones que me inquieten,
ni recuerdo que logre
la paz de esta noche arrebatarme...

Hoy soy infinita, ámbar
que refleja el espacio de mis sueños
y del sentir de mis desvelos.

La luna ilumina mis contornos
para arrullarme con su luz de plata,
cubriendo mis párpados de finita quietud,
para borrar de mi alma
[acaso solo esta noche]


las cicatrices que la vida me ha dejado.

Silvia Guadarrama
Para ORBV, compartiendo recuerdos dolorosos en una noche de otoño como esta.

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