sábado, 3 de septiembre de 2011

Recuerdos...

Me queda en la memoria el recuerdo aquél
de la noche más hermosa que me diste
y que no volverá jamás.

Viene a mi mente el momento en el que con
tus besos de esperanza,
tus manos como terciopelo,
avivaron mi cuerpo, adormecido.

E intento, desesperada, ferozmente,
borrar el desprecio de tu boca,
ignorar el gran dolor que a mi vida trajiste,
aquél día en que tu amor se evaporó, triste.

Trato de pensar que aquélla noche me amaste
con el alma y con el cuerpo
como jamás pudiste amar a nadie.

Que con aroma de jazmín me diste
suavemente un trozo de tu alma,
en tus suspiros profundos y sin prisa,
fuiste mío y yo de tí.

No hizo falta decirte que te amaba,
pues en cada roce de mis manos en tus labios,
sentiste mi clamor, el amor inmenso
que por tí sentía.

Sé que cometí el error de ignorarte por temor
al qué dirán,
pero siempre te quise, te sigo queriendo,
aunque en tu desprecio

me hayas roto el corazón,
convertido en un témpano helado
cuando de mi lecho te apartaste
para no volver...



No hay comentarios: