Busco razones para no ceder
a la antítesis de mis principios,
mientras apareces como tentación
de dulzura y delicadeza
que no sé bien si tomar
o si dejar para no hundirme
en el placer de amarte.
Sin embargo al pensar
en tu sonrisa y suavidad
el deseo me toma por sorpresa
violento, inaguantable
Y juegas a que tú me provocas
y a que yo te busco
para que tú con la mano en la cintura
y dueña de tu poder
Me rechaces jugando a incitarme.
Y me haces creer que tu eres la reina
y yo una simple sierva, en pos de tus caderas
y del aroma de tu pelo
que podría enloquecer mis sentidos
con tan solo un beso y un roce de tu piel.
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