domingo, 3 de agosto de 2014

Muerte mía

Y primero me diste el cielo
entre tus manos que como palomas
se posaron en mi piel.

Me miraste sin hablarme,
me besaste sabiendo
que habrías de matarme dulcemente

Con una daga al centro del corazón,
acariciando mi cabello,
aún cuando yo sabía

que tu llegada significaba mi muerte.

Qué buscabas amor mío, al quitarme así la vida
tan de pronto, tan de imprevisto,
tan cruelmente...

Qué buscabas si en el fondo lo sabías,
lo sabíamos?

Y después vienes para,
entre mis restos, cantarme nuevos versos
que reviven acaso mi corazón marchito?

No comprendo tu manera de hacerme pedazos,
de amarme sin amar...

Qué maldad te mueve a herirme así,
como si fuera yo quien te hace tanto mal?

Será acaso que no te conmovieron mis lágrimas,
que no supiste lo que me doliste al marcharte...

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